Asimismo, es importante resaltar que, en la agricultura, la milpa es multifuncional porque además de producir alimentos, crea productos como el forraje, plantas medicinales y de ornato; de tal forma que el sistema de milpa beneficia a los productores, de pequeña escala principalmente, ya que les permite asegurar algún tipo de producción (aunque no sean alimentos) en momentos de crisis ambiental o económica.

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Por otra parte, la milpa constituye un ecosistema que favorece interacciones ecológicas benéficas (control biológico de insectos, fertilidad del suelo y polinización) brindando así diferentes beneficios tanto a las especies que en ella conviven como a las comunidades humanas que las manejan, dado que los productos que de ahí se obtienen, favorecen una dieta equilibrada y en algunas regiones del país sigue siendo la base de su alimentación.

Finalmente, tenemos que la milpa proporciona una dieta saludable, que tiene como centro nutritivo-cultural los productos de la milpa (maíz, frijol, chile y calabaza) a los que se suman los demás alimentos de origen mesoamericano que se consumen en México. La dieta de la milpa se presenta como una opción para contrarrestar la obesidad que tanto daña a nuestro país, ofreciendo ventajas como:

  1. Balance proteico.
  2. Aporta fibra soluble e insoluble, que inhibe la absorción de colesterol.
  3. Favorece el balance ácido alcalino.
  4. Menor aporte de grasas.
  5. Favorece el balance oxidativo.
  6. La dieta de la milpa favorece la eliminación de toxinas.

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Por tantas cosas buenas que nos aporta la milpa, podemos decir que si se pierde el conocimiento, perdemos, sabores, colores, texturas, genes, especies, es decir perdemos algo de nosotros.