El decreto suscrito por el primer ministro, Giuseppe Conte, y el titular de Salud, Roberto Speranza, ratifica las disposiciones contenidas en el aprobado el siete de agosto último, como el uso de dispositivos de protección de las vías respiratorias en lugares cerrados de acceso al público, incluidos los medios de transporte.
La misma obligación rige para otras situaciones en las cuales sea imposible garantizar el distanciamiento social de seguridad, al tiempo que se exceptúan del uso de las mascarillas los niños menores de seis años y las personas con discapacidades que impidan su empleo.
La única novedad del nuevo estatuto es la autorización de ingreso al país a integrantes de parejas estables con relaciones afectivas comprobadas, mientras permanecen cerrados al público estadios, discotecas y otros espacios similares.
Las estadísticas más recientes publicadas por el Ministerio de Salud indican que son 35 mil 553 los decesos con Covid-19 acumulados desde el inicio de la epidemia, con un promedio diario de nueve en la última semana.
Asimismo, suman 278 mil 784 los casos confirmados, con un crecimiento de más de mil en días recientes y 210 mil 238 los curados, mientras aumenta el número de personas aún bajo tratamiento, de las cuales 31 mil 132 están en aislamiento domiciliario, mil 179 en salas de recuperación y 142 en terapia intensiva.
En todos los indicadores de la curva epidémica se observa deterioro, excepto en la cifra diaria de muertes, la cual se mantiene en una estabilidad relativa.
Según datos del más reciente monitoreo semanal realizado del 24 al 30 de agosto último por el Instituto Superior de Salud (ISS), Italia se halla en una fase epidemiológica de transición con un progresivo empeoramiento coyuntural y una transmisión del virus extendida a todo el territorio nacional.
Esa situación, puntualizó el documento, provoca focos de dimensiones, incluso relevantes, asociados con frecuencia a actividades recreativas las cuales implican aglomeraciones y violaciones de las reglas de distanciamiento físico, tanto dentro como fuera del país.
El ISS subrayó la necesidad de respetar las medidas preventivas indicadas por las autoridades sanitarias aunque el número diario de nuevos casos sea inferior al de otros países europeos.
En ese sentido, Roberto Speranza compareció la semana pasada en una audiencia ante el Senado, en la cual mostró estadísticas europeas según las cuales el índice de contagio en Italia es de 23 por cada 100 mil habitantes, mucho más bajo que el de Rumanía, 84, Croacia, 87, Francia, 88 y España, 205.
Tras expresar que, de alguna manera, existe una relación entre el incremento de casos y una mayor cantidad de pruebas exploratorias, el funcionario dijo que la novedad más significativa es ‘la fortísima reducción de la edad media de las personas contagiadas’, a tono con la tendencia internacional.
Speranza llamó ‘a los jóvenes y más en general a todos nuestros conciudadanos’, a cumplir con el uso correcto de las mascarillas, el distanciamiento social de al menos un metro y normas higiénicas fundamentales a partir del lavado de las manos.
Al referirse a la vacuna, mencionó el acuerdo logrado en junio último con Alemania, Francia y Holanda para adquirir, a través de la empresa AstraZeneca, dosis de la que desarrolla actualmente la Universidad de Oxford las cuales deben arribar a este país antes de fin de año, una vez concluya con éxito la experimentación.
En una entrevista posterior publicada por el diario Corriera della Sera, el ministro afirmó que cuando llegue la vacuna a Italia el problema será decidir a quiénes aplicarla primero porque la escasa disponibilidad en la primera etapa.
En tal sentido acotó que ‘al inicio tendremos pocas dosis, dos o tres millones’, por lo cual consideró que la inmunización, deberá priorizar a los operadores sanitarios y ancianos con patologías, particularmente en los asilos.