«Esta fue la primera planta en México completamente dedicada a la producción de vehículos Premium. Luego llegaron BMW y Mercedes-Benz. Fue una buena decisión venir a México», reconoce en entrevista para Expansión, Tarek Mashhour, director de la fábrica mexicana y uno de los directivos encargados de su planeación y construcción.
De acuerdo con Mashhour, entre enero y octubre de este año Audi vendió 1,35 millones de autos en todo el mundo, de los cuales el 17% (226.084) eran modelo Q5, el más vendido, seguido del Q3, el segundo más demandado de la firma.
En el mismo periodo, del 99% de las unidades que se ensamblaron en Puebla (122.676 de 124.111) se exportaron a Alemania (42%) y a Estados Unidos (32%), donde Audi enfrenta un nuevo reto para implementar todas las reglas que se establecieron en el T-MEC.
«La planta mexicana es la única que ensambla este modelo para todos los mercados. China tiene una operación, pero es para abastecer el mercado local», agregó Tarek.
A pesar de la escasez de chips que afecta la producción automotriz mundial, este año esperan cerrar con una producción de 135.000 automóviles, una cifra mayor a la de 2020, pero menor a la que esperan tener en 2022 ya con una producción completa sin afectaciones por la pandemia de COVID-19.