Por Alejandra Lugo
CDMX a 28 de octubre del 2021(Noticias de México).- Amarilla y de marices anaranjados, la flor de Cempasúchil proviene del náhuatl cempoalxóchitl, “veinte flores”, la cuál decora y pinta de color y aroma los altares de las celebraciones del 1 y 2 de noviembre.
La tradición de crear caminos con sus pétalos, colocar las flores en compañía de las veladoras, el papel picado y la comida y dulces favoritos de los que ya no están con nosotros, es una de las tradiciones más representativas de México.
Existe una leyenda mexica que habla de dos jóvenes enamorados; La joven se llamaba Xóchitl y su amante Huitzilin.
Por el gran amor que se tenían decidieron subir a lo alto de un monte, en el que se encontraba Tonatiuh, dios del sol, y ofrendando cempasúchil, la flor teñida con el color del astro, pidieron al dios que bendijera su unión.
Así lo hizo Tonatiuh, pero los amantes disfrutaron de la dicha por poco tiempo, pues Huitzilin fue enviado a una guerra de la que no volvió jamás, había muerto a manos del enemigo.
Xóchitl, destrozada por la pérdida, subió nuevamente al monte y le rogó al Dios Sol que la uniera de por vida con su amado, Tonatiuh conmovido, aceptó y la convirtió en el botón de una flor, que se mantuvo cerrado hasta la aparición de Huitzilin reencarnado en colibrí.
Xóchitl abrió sus veinte pétalos y lo atrajo con su aroma para que bebiera de su néctar, y así, permanecieron juntos por la eternidad.
Gracias al sincretismo cultural y religioso entre el viejo mundo y las tradiciones prehispánicas, es que celebramos en México a la muerte con burla y respeto.
Los mexicas, entre los meses de septiembre y noviembre celebraban a Mictecacíhuatl, y a su esposo Mictlantecuhtli, dioses de la muerte y del inframundo. En estas fechas, se realizaban ofrendas y sacrificios para honrar a los dioses.
Los evangelizadores españoles, notaron una coincidencia entre estas fiestas con el día de Todos los Santos y la celebración de los fieles difuntos, que recordaba a los muertos en pandemias. De la unión de estas tradiciones, se declaró que el 1 y 2 de noviembre sería el Día de Muertos.
En la celebración a la muerte, se recuerda y alimenta a los espíritus de familiares, amigos y mascotas que –en términos populares- estiraron la pata. Se cree que para encontrar los regalos de aquéllos que los extrañan, las almas se guían con el aroma de la flor de cempasúchil en los altares.
Además de decorar las ciudades, casas y panteones, la flor tiene un uso medicinal, pues es adecuada para tratar la fiebre y la tos. Francisco Hernández de Toledo, en su obra Historia Natural de la Nueva España, afirma que: “El jugo de las hojas provoca las reglas, la orina y el sudor, quita las flatulencias y provoca el apetito”.
La cosecha de esta flor comienza en Junio y la flor es cultivada a finales de Octubre y Principios de Noviembre, y aunque el principal productor a nivel nacional es el estado de Puebla, el principal exportador es China.
