Los científicos analizaron los hábitos alimenticios y las resonancias magnéticas cerebrales de 1.623 personas mayores de 65 años sin antecedentes de accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardiovasculares o demencia.
Para realizar el estudio, los investigadores dividieron los datos en cuatro grupos de acuerdo a la frecuencia con que comían pescado, desde una vez a la semana o menos, hasta cuatro veces a la semana o más, y luego se comparó con la cantidad de signos de enfermedad vascular.
El estudio publicado en la revista Neurology concluyó que cuanto más a menudo las personas comían pescado, menos signos de daño mostraban en los estudios de resonancia magnética cerebral. La relación era especialmente pronunciada en las personas de 65 a 69 años.