La firma mexicana fue fundada a finales de 1930 por Rafael Jiménez, para en un principio vender paletas, proyecto de negocios que evolucionó al agua de garrafón y finalmente a su actual giro principal, los refrescos.
En la década de 1950, se instalaron en la colonia Tránsito de la Ciudad de México, aledaña al actual metro San Antonio Abad. Por esos años, la empresa comenzó a publicitar su refresco Pato Pascual junto a la frase «Fruta en tu refresco», de acuerdo con la línea del tiempo oficial de la empresa.
En tanto, el Pato Donald hizo su primera aparición en una cinta animada de Disney en 1934, según el espacio Disney Wiki elaborado por seguidores de la casa productora.
El personaje también fue la inspiración del chileno Ariel Dorfman para su análisis de las implicaciones políticas de las caricaturas concentrado en el libro Para leer al Pato Donald, publicado en Valparaíso en 1971.
En 1982, en el último año del sexenio de José López Portillo, el Gobierno federal decretó un aumento a los salarios de los trabajadores de México, que fue desacatado por el dueño de Refrescos Pascual.
Un grupo de obreros de la empresa se asesoró con el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) y determinó estallar la huelga en la empresa, que fue reprimida por Jiménez, con un saldo de dos trabajadores asesinados y 17 heridos.
El luchador social Demetrio Vallejo, dirigente del PMT, asesoró a la huelga, que tomó las oficinas del séptimo piso de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, logró la titularidad del Contrato colectivo de Trabajo (CCT) y le arrebató a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), organización gremial auspiciada por el PRI, el reconocimiento legal de la huelga.
En 1984, el movimiento obrero triunfante determinó adjudicarse los bienes de Refrescos Pascual Sociedad Anónima y determinó administrar la empresa en un esquema de cooperativa, hoy llamada Sociedad Cooperativa Trabajadores de Pascual.
Fue hasta 1980 cuando la empresa Disney demandó a la refresquera mexicana por el empleo de un personaje parecido al Pato Donald en las botellas e imágenes de la firma.
Tras un litigio de casi 30 años, en 2007 la empresa mexicana determinó modificar a su personaje y elegir un nuevo diseño mediante concurso, con lo que logró el deslinde del gigante estadounidense de entretenimiento.
Otro de sus personajes icónicos, la mujer que ilustra la bebida Lulú, también recuerda a Betty Boop. Aunque la firma mexicana utiliza a Lulú desde la década de 1950, el dibujo animado de la Paramount Pictures hizo su primera aparición en 1926. Sin embargo, en este caso, se trata únicamente de reminiscencias entre una y otra figuras.
Tras este recorrido de batallas legales y controversia, tanto Lulú como el Pato Pascual desaparecieron de los envases de refresco de la cooperativa tras la modificación a la Norma Oficial Mexicana 051 publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) mexicana el 27 de marzo de 2020 que prohíbe el uso de personajes infantiles en bebidas azucaradas.
«Los productos preenvasados que ostenten uno o más sellos de advertencia o la leyenda de edulcorantes no deben incluir en la etiqueta personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, celebridades, deportistas o mascotas, elementos interactivos, tales como juegos visual-espaciales o descargas digitales que, estando dirigidos a niños, inciten, promuevan o fomenten el consumo, compra o elección de productos con exceso de nutrimentos cítricos o con edulcorantes», advirtió el Gobierno federal entonces.
