El director del IGF, Hugo Delgado Granados, explicó que desde hace un par de años el coloso cambió su actividad, de manera que ya no construye domos de lava, o los produce ocasionalmente y pequeños.
Ahora, la mayor parte de su actividad se centra en la expulsión de fragmentos (que de noche lucen impresionantes, por ser material incandescente), pero eso es parte de su actividad normal.
No obstante, continuó, es importante considerar que puede haber una serie de variaciones, y para ello se cuenta con una red de monitoreo en el Popocatépetl, a fin de dar seguimiento puntual y observar cualquier modificación de los diversos patrones que indiquen algo diferente.
Ana Lillian Martin del Pozzo expuso su actividad actual es un fenómeno de producción de cenizas, emisiones pequeñas y más grandes, que fundamentalmente se mueven hacia Puebla, y en días recientes a zonas del Estado de México, como Amecameca; incluso podrían llegar a la Ciudad de México.
Otro experto, Carlos Valdés González, abundó que se ha visto una reducción en el número de sismos vulcano-tectónicos, y lo que más se registra es una actividad fumarólica.
El volcán viene haciendo lo que ha hecho en los últimos 26 años, desde que inició su actividad el 21 de diciembre de 1994, aseguró.